Un fondo de inversión inmobiliaria cerrado es un vehículo de inversión colectiva diseñado para captar capital destinado a un proyecto inmobiliario específico. Los inversores adquieren participaciones en el fondo, comprometiendo su capital a largo plazo, ya que este permanece invertido en el inmueble hasta la finalización del proyecto. Los beneficios para los inversores provienen de las ganancias generadas por la explotación, venta o revalorización del inmueble, dentro de un plazo previamente establecido.
Regulación de los fondos cerrados en España
En España, los fondos de inversión inmobiliaria están regulados por la Ley 35/2003, de Instituciones de Inversión Colectiva (IIC), así como por las normativas emitidas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los fondos cerrados se consideran vehículos alternativos de inversión colectiva y están sujetos a normativas específicas para garantizar la protección de los inversores.
Este tipo de fondos se caracterizan por establecer un volumen de capital fijo antes de comenzar la inversión. Una vez alcanzado el objetivo de financiación, no se admiten nuevas aportaciones y los inversores mantienen sus participaciones hasta la liquidación del proyecto. Durante este periodo, las participaciones no suelen ser líquidas, lo que limita la posibilidad de venta o reembolso antes de que concluya el proyecto.
Riesgos y características de los fondos cerrados
Una de las principales particularidades de los fondos cerrados es su menor liquidez en comparación con otros vehículos de inversión colectiva. Los inversores no pueden exigir al gestor la recompra de sus participaciones, y estas solo pueden venderse en mercados secundarios si existe demanda.
En caso de que el proyecto inmobiliario fracase, los inversores pueden enfrentar la pérdida parcial o total del capital invertido. Además, en algunos casos, los contratos pueden incluir obligaciones adicionales de aportación, lo que significa que los inversores podrían estar obligados a realizar más aportaciones para cubrir posibles déficits.
Por este motivo, los fondos cerrados suelen estar dirigidos a inversores cualificados o a aquellos con una alta tolerancia al riesgo y un horizonte de inversión a largo plazo.
Fondo de inversión inmobiliaria cerrado