¿Qué son los Robo Advisors?

En este artículo de nuestra serie sobre inversión en línea exploramos los Robo Advisors, gestores automatizados de patrimonio que están transformando la forma en que las personas invierten su dinero. Descubre cómo funcionan, cuáles son sus ventajas y para quiénes son más interesantes.

¿Cómo funcionan los Robo Advisors?

Los Robo Advisors asumen las tareas tradicionales de la gestión de patrimonio: diseñar una estrategia de inversión personalizada y seleccionar los productos financieros adecuados. Sin embargo, estas funciones no son realizadas por asesores humanos, sino de manera completamente digital a través de plataformas en línea.

Estos sistemas utilizan algoritmos sofisticados para crear y gestionar carteras de inversión. Gracias a su enfoque automatizado, los Robo Advisors ofrecen una solución más accesible, económica y cómoda para quienes desean invertir sin recurrir a un gestor de patrimonio tradicional.

Según la Fundación Warentest (2018), detrás de estos servicios basados en algoritmos están bancos y empresas fintech, firmas especializadas en aplicar nuevas tecnologías al sector financiero.

Tipos de Robo Advisors

Existen tres tipos principales de Robo Advisors:

  • Full-Service: Supervisados directamente por autoridades financieras, como la CNMV en España, gestionan activamente las carteras de los clientes.
  • Half-Service: Proponen estrategias y productos, pero requieren la aprobación del cliente para realizar ajustes posteriores.
  • Self-Service: Actúan como simples asesores, dejando todas las decisiones al cliente.

Estrategias y enfoques

La mayoría de los Robo Advisors invierten en fondos indexados (ETFs) que replican índices de acciones y bonos. Este enfoque busca minimizar costos mientras se logra una diversificación amplia. Además, utilizan estrategias de rebalanceo para ajustar las carteras en función de las condiciones del mercado y protegerlas contra pérdidas significativas.

¿Quiénes deberían considerar un Robo Advisor?

Los Robo Advisors son ideales para:

  • Inversores con poco capital que no pueden acceder a gestores tradicionales.
  • Personas que prefieren delegar la gestión de su cartera sin aprender complejas estrategias de inversión.

Sin embargo, los consumidores deben tener conocimientos básicos sobre los productos financieros utilizados por estos sistemas, según los defensores de los derechos de los consumidores.

Ventaja emocional

Una ventaja destacada de los Robo Advisors es que operan sin las emociones humanas. Esto ayuda a evitar decisiones precipitadas, como la venta masiva de activos durante caídas del mercado, y permite adherirse a la estrategia establecida desde el principio.

Aspectos clave de los Robo Advisors

Monto mínimo de inversión

Los requisitos de inversión mínima varían según la plataforma, desde tan solo 1 € hasta 100.000 €.

Rentabilidad

En pruebas realizadas en 2018, los portafolios gestionados por Robo Advisors lograron rendimientos de entre 2 % y 11 % en un año, aunque los resultados a largo plazo son difíciles de prever debido a la relativa novedad de estos servicios.

Costos

Las tarifas anuales oscilan entre el 0,33 % y el 1,4 % del valor de la cartera, además de los costos internos de los fondos (entre 0,2 % y 0,4 %).

Plazos

No existen períodos mínimos de retención; los inversores pueden retirar su dinero en cualquier momento.

Seguridad

Las carteras se gestionan a través de bancos asociados, por lo que una posible quiebra del proveedor del Robo Advisor no afecta a los activos del cliente.

Riesgos de los Robo Advisors

Como en cualquier inversión en bolsa, existe el riesgo de pérdida de valor. Aunque los Robo Advisors intentan mitigar este riesgo mediante la diversificación, aún no hay suficientes datos empíricos sobre su desempeño en tiempos de crisis económicas. Por ejemplo, durante la corrección del mercado en enero de 2018, algunas carteras de Robo Advisors registraron pérdidas de hasta un 8,2 %.

Ventajas y desventajas de los Robo Advisors

Ventajas

  • Costos más bajos que la gestión de patrimonio tradicional.
  • Requisitos de entrada más accesibles.
  • Gestión automatizada que sigue criterios científicos.
  • Reducción de decisiones emocionales.

Desventajas

  • Riesgo de pérdidas, como en cualquier inversión bursátil.
  • Posibles conflictos de interés si el proveedor promueve productos propios.
  • Falta de datos históricos para evaluar su desempeño en tiempos de crisis.