fintech bancos

FinTech: ¿una amenaza digital para los bancos?

Empresas tecnológicas como Google, Amazon, Netflix o Spotify han revolucionado industrias completas, desde el entretenimiento hasta el comercio electrónico. Ahora, el sector financiero y bancario vive su propia transformación digital, impulsada por emprendedores y desarrolladores que están modernizando áreas que llevaban años sin grandes avances tecnológicos.

En este contexto surge el término FinTech, de las palabras inglesas financial services y technology, que engloba a empresas que fusionan tecnología y servicios financieros. Estas compañías ofrecen soluciones innovadoras que van desde pagos móviles y cuentas bancarias digitales hasta asesoramiento automatizado para inversiones, los llamados robo advisors y opciones de inversión en activos digitales. En España, este fenómeno está marcando un antes y un después en la manera en que los usuarios gestionan su dinero.

¿Adiós definitivo a las sucursales bancarias?

Tradicionalmente, los bancos eran el primer punto de referencia para quienes buscaban asesoramiento financiero o deseaban gestionar inversiones. Las sucursales bancarias desempeñaban un papel central en la relación con los clientes, ofreciendo atención personalizada para resolver dudas o realizar operaciones. Sin embargo, este modelo ha cambiado drásticamente con la llegada de la digitalización.

En la actualidad, cada vez más usuarios prefieren tomar el control de sus finanzas personales. Las herramientas digitales han transformado la manera en que gestionamos el dinero, permitiendo generar planes de ahorro, presupuestos y carteras de inversión personalizadas con la ayuda de algoritmos. Esta tendencia hacia la autonomía, combinada con el acceso a brokers online como Degiro o eToro, ha democratizado los mercados financieros, permitiendo a cualquier persona invertir fácilmente desde su dispositivo móvil.

En España, aunque el uso de la banca electrónica está en aumento, todavía estamos por detrás de países como Dinamarca o los Países Bajos, donde la digitalización financiera es más avanzada. En estos países, el desinterés por las sucursales físicas es una realidad consolidada, y en nuestro caso esta tendencia se ha acelerado debido a la pandemia. Empresas como Hausera han sabido adaptarse a este nuevo escenario, ofreciendo soluciones de inversión en activos inmobiliarios de forma sencilla y totalmente digital, respondiendo a las necesidades de los usuarios actuales. Por otro lado, herramientas como Bizum o PayPal hacen que las transacciones online sean más cómodas y accesibles, incluso ofreciendo opciones como pagos a plazos.

Invertir en el extranjero

Muchos inversores están buscando alternativas para mejorar sus rendimientos. Si los tipos de interés en España resultan bajos, plataformas especializadas permiten explorar oportunidades en otros países europeos. Sin embargo, es fundamental actuar con cautela y tener en cuenta la normativa europea, que garantiza depósitos de hasta 100.000 euros por cliente y entidad, aunque la capacidad de respuesta ante crisis financieras puede variar entre países.

Crowdfunding: una herramienta en evolución

El crowdfunding es uno de los mayores avances que ha traído la digitalización al sector financiero. Este modelo permite que grupos de personas financien proyectos o negocios de forma colectiva. Aunque al principio estaba relacionado con plataformas como Kickstarter para proyectos creativos, hoy en día engloba muchos más conceptos y modelos de inversión.

Préstamos entre particulares

El crowdlending conecta directamente a prestamistas e inversores particulares a través de plataformas digitales. En este modelo, las plataformas evalúan la solvencia de los prestatarios y asignan una puntuación crediticia que influye en los tipos de interés que reciben los inversores. Aunque ofrece oportunidades atractivas, este modelo también conlleva riesgos asociados al posible impago de los prestatarios.

Invertir en proyectos de alto potencial

El crowdinvesting es una modalidad de financiación colectiva que permite a numerosos inversores aportar capital a proyectos con alto potencial de crecimiento, generalmente a través de plataformas online. Este modelo suele estar enfocado en startups, proyectos empresariales o iniciativas innovadoras que buscan financiación para su desarrollo. A cambio de su inversión, los participantes pueden obtener beneficios económicos en función del éxito del proyecto.

Las plataformas de crowdinvesting presentan a los inversores toda la información necesaria sobre los proyectos disponibles, como sus objetivos, riesgos y posibles rendimientos, permitiendo que cada usuario tome decisiones informadas y diversifique su cartera. Aunque este modelo ofrece oportunidades atractivas, también implica riesgos asociados, como la posibilidad de que el proyecto no alcance los resultados esperados.

A lo seguro, InsurTech

El InsurTech, otra rama del FinTech, busca revolucionar el sector asegurador con soluciones tecnológicas que simplifican la contratación y gestión de pólizas. En España, herramientas digitales permiten a los usuarios centralizar todas sus pólizas en un solo lugar, facilitando la comparación y mejora de condiciones. Además, están surgiendo modelos innovadores como los seguros personalizados por uso o los seguros temporales, diseñados para adaptarse a situaciones específicas y necesidades puntuales.

¿Qué futuro les espera a los bancos tradicionales?

Las empresas FinTech han comenzado a ocupar espacios que antes eran exclusivos de los bancos y las aseguradoras. Tras la crisis financiera, muchos usuarios perdieron confianza en las instituciones tradicionales, lo que facilitó la llegada de alternativas digitales. Estas plataformas han ganado terreno al ofrecer servicios más rápidos, sencillos y accesibles, que pueden gestionarse cómodamente desde un ordenador o un móvil, sin la necesidad de trámites complicados o firmas físicas.

A pesar de este crecimiento, no todas las FinTech lograrán mantenerse en el mercado. La competencia en el sector es muy alta y, como ocurre con cualquier nueva industria, algunas empresas desaparecen tan rápido como llegaron. Esto hace que las opciones más sólidas y fiables se conviertan en las favoritas de los usuarios.

Por su parte, los bancos tradicionales aún tienen un papel importante que jugar. Su base de clientes y experiencia en el mercado les permite adaptarse a las nuevas demandas digitales. Si modernizan sus servicios y mejoran la experiencia de los usuarios, podrán seguir siendo una opción competitiva frente a las FinTech. En este nuevo escenario, la capacidad de adaptación será clave para definir quién se mantiene relevante en el sector financiero.