costes indirectos

Costes blandos o indirectos

Los costes blandos son aquellos gastos asociados a fondos de inversión alternativa (FIA), anteriormente conocidos como «fondos cerrados», que no están directamente relacionados con la adquisición o mantenimiento de los activos subyacentes. Es decir, este capital no se destina a los activos de inversión ni a sus costes asociados, como honorarios notariales al comprar una propiedad.

En su lugar, los costes blandos suelen derivarse de la estructuración, comercialización y gestión del fondo. Algunos ejemplos incluyen:

  • Gastos de distribución y marketing del fondo.
  • Honorarios de la sociedad gestora.
  • Retribuciones a los socios gestores del fondo.
  • Costes de diseño y estructuración del producto financiero.
  • Comisiones del depositario y fiduciarios.
  • Honorarios por intermediación financiera.

¿Por qué son relevantes los costes blandos para los inversores?

Los costes blandos afectan directamente la rentabilidad de una inversión, ya que este dinero debe recuperarse antes de que los inversores puedan obtener beneficios. Además, estos gastos no contribuyen al mantenimiento o revalorización de los activos subyacentes, como sí lo hacen los costes de renovación o conservación.

En situaciones donde los activos generan ingresos inferiores a los previstos, los costes blandos pueden reducir aún más las ganancias o incluso ocasionar pérdidas.


¿Cómo pueden los inversores reducir los costes blandos?

Aunque no se pueden modificar los costes de un producto ya adquirido, los inversores tienen la posibilidad de:

  1. Comparar productos antes de invertir
    Evaluar diferentes FIAs y optar por aquellos que presenten costes blandos más bajos en relación con el capital total del fondo.
  2. Consultar documentos oficiales
    Los folletos informativos y las claves para el inversor (KIID) de los FIAs incluyen detalles específicos sobre los costes blandos y su impacto.

¿Dónde se pueden consultar los costes blandos?

Actualmente, la normativa exige que las estructuras de costes de los FIAs sean claras y uniformes. Los costes blandos deben aparecer reflejados en:

  • El folleto informativo del fondo: Incluye los límites máximos que pueden aplicarse a cada partida de gastos.
  • Las claves para el inversor (KIID): Proporcionan un resumen de los principales gastos.

Los costes que excedan los límites especificados deben ser asumidos por el gestor del fondo.


Evaluación de los costes blandos

Aunque los reguladores, como la CNMV en España, revisan la información proporcionada en los folletos de los FIAs, no realizan una evaluación de si los costes blandos son «justos» o «razonables». Por ello, es fundamental que los inversores:

  • Analicen cómo los costes blandos afectan al capital del fondo.
  • Consulten los ratings de los FIAs y determinen si los costes blandos se consideran en su calificación.
  • Soliciten asesoramiento profesional para evaluar su impacto en la rentabilidad.

Los costes blandos son un aspecto clave al analizar la rentabilidad de una inversión en FIAs. Comparar productos, consultar la documentación y buscar asesoramiento profesional son pasos fundamentales para minimizar su impacto y maximizar el retorno.