Cuando pensamos en inversiones seguras, tradicionalmente vienen a la mente productos como los depósitos a plazo o la deuda pública. Sin embargo, hay un instrumento que, aunque menos conocido entre el gran público, ofrece un equilibrio muy interesante entre seguridad y rentabilidad: las cédulas hipotecarias.
Hoy en Hausera te contamos qué son las cédulas hipotecarias, cómo funcionan y por qué podrían convertirse en una pieza clave dentro de una cartera conservadora en el mercado español actual.
¿Qué es una cédula hipotecaria?
Una cédula hipotecaria es un bono emitido por un banco o entidad financiera que está respaldado por su cartera de préstamos hipotecarios. Esto significa que quien invierte en una cédula no solo confía en la solvencia del banco, sino que también cuenta con la garantía adicional de todos esos préstamos hipotecarios que la entidad tiene vivos.
A diferencia de otros productos, como los bonos estructurados o los Mortgage Backed Securities (MBS) estadounidenses, en las cédulas hipotecarias el banco sigue siendo responsable directo del pago. El inversor no asume directamente el riesgo de los préstamos individuales.
En España, este tipo de producto está regulado de forma estricta, obligando a que el valor de los préstamos que respaldan las emisiones supere siempre el importe de las cédulas en circulación.
¿Cómo funcionan las cédulas hipotecarias?
La mecánica es sencilla. El inversor presta dinero al banco al comprar una cédula hipotecaria. A cambio, recibe pagos de intereses periódicos, lo que llamamos cupón, y al vencimiento recupera el capital invertido.
La cédula está respaldada por un conjunto de hipotecas que el banco mantiene en su balance. Estas hipotecas no se venden ni se separan del banco, lo que da al inversor una protección adicional. Además, las cédulas cotizan en mercados secundarios, por lo que se pueden comprar o vender antes del vencimiento, aunque su precio puede fluctuar ligeramente en función de los tipos de interés.
Hoy en día, la rentabilidad de una cédula hipotecaria puede rondar el 2% al 3,5% anual, dependiendo de la entidad emisora y del plazo elegido.
¿Son realmente seguras las cédulas hipotecarias?
Históricamente, las cédulas hipotecarias se consideran una de las formas más seguras de inversión en renta fija en España. Los inversores tienen un doble respaldo: el de la entidad emisora y el de los préstamos hipotecarios subyacentes. Además, en caso de insolvencia del banco, la legislación otorga a los titulares de cédulas prioridad sobre otros acreedores en el acceso a esos activos hipotecarios.
Por este motivo, las cédulas están admitidas como garantía en operaciones de refinanciación ante el Banco Central Europeo y son utilizadas por aseguradoras como instrumentos seguros dentro de sus carteras reguladas.
¿Qué riesgos debes tener en cuenta?
El principal riesgo no es el de impago, sino el riesgo de mercado. Si los tipos de interés suben de forma brusca, el valor de mercado de las cédulas puede caer, aunque si mantienes la inversión hasta vencimiento, recuperarás el capital y los intereses pactados.
También existe el riesgo de inflación. Si los precios suben con fuerza y la rentabilidad de la cédula es fija, tu poder adquisitivo real puede verse erosionado, aunque el capital nominal esté garantizado.
¿Cuándo merece la pena invertir en cédulas hipotecarias?
Las cédulas hipotecarias son especialmente interesantes si:
- Buscas un producto de renta fija muy seguro, más allá de los depósitos o letras del Tesoro.
- Quieres diversificar tu cartera sin asumir grandes riesgos.
- Prefieres mantener inversiones a medio o largo plazo, sin necesidad de liquidez inmediata.
- Estás dispuesto a asumir que la rentabilidad real puede verse reducida en entornos de inflación alta.
Para perfiles conservadores o como complemento dentro de una estrategia de inversión equilibrada, las cédulas hipotecarias pueden tener mucho sentido, especialmente en el escenario económico actual en España, donde los tipos siguen elevados y el mercado inmobiliario mantiene una estabilidad razonable.
Alternativas a las cédulas hipotecarias en España
Si quieres explorar otras opciones de inversión conservadora, puedes valorar también:
- Bonos del Estado español, ideales para perfiles ultra-conservadores.
- Depósitos a plazo fijo, que han vuelto a ofrecer rentabilidades atractivas.
- Bonos corporativos investment grade, si quieres aumentar ligeramente el riesgo a cambio de algo más de rentabilidad.
- Fondos de renta fija o mixtos, para una gestión más diversificada.
En Hausera, creemos que entender las bases de cada producto es clave para tomar decisiones financieras inteligentes. Las cédulas hipotecarias, como hemos visto, combinan tradición, seguridad y una rentabilidad razonable: todo dependerá de tus objetivos y de tu horizonte de inversión.
Cédulas hipotecarias: ¿vuelve una inversión segura en tiempos de incertidumbre?