apalancamiento financiero

¿Cómo pueden los inversores particulares beneficiarse del efecto apalancamiento?

Parece paradójico, pero es real. Aumentar el nivel de endeudamiento puede mejorar la rentabilidad de una inversión. Sin embargo, ¿en qué situaciones tiene sentido endeudarse? ¿Cuál es el límite antes de que la rentabilidad se vea afectada? Para responder a estas preguntas, es fundamental comprender el efecto apalancamiento.

En este artículo, te explicamos en qué consiste el efecto apalancamiento, cómo se calcula y de qué manera puedes aprovecharlo como inversor particular.

¿Qué es el efecto apalancamiento?

En el ámbito financiero, el efecto apalancamiento, también conocido como leverage effect, se refiere al impacto que tiene el uso de capital ajeno sobre la rentabilidad del capital propio. En otras palabras, puedes aumentar tu rentabilidad sobre el capital propio al utilizar deuda para financiar tus inversiones. Así, es posible obtener mayores beneficios a cambio de asumir un mayor nivel de endeudamiento.

El efecto apalancamiento puede tener tanto efectos positivos como negativos, dependiendo de la rentabilidad de la inversión y del coste de la deuda.

En este artículo nos centraremos en el apalancamiento financiero (financial leverage), que se aplica a la estructura de capital de una inversión. Aunque también existe el apalancamiento operativo (operating leverage), que se refiere a la relación entre costes fijos y variables en una empresa.

Oportunidad del apalancamiento: ¿cómo funciona el efecto apalancamiento positivo?

Para entender mejor el efecto apalancamiento, es útil analizar primero un escenario sin apalancamiento financiero.

Caso práctico sin apalancamiento

Supongamos que inviertes 10.000€ en un proyecto que genera una rentabilidad del 10% anual. Esto se traduce en un beneficio de 1.000€. Como la inversión se ha realizado únicamente con capital propio, el beneficio total es para el inversor.

Datos: 

Capital propio = 10.000€
Capital total invertido = 10.000€
Rentabilidad total = 0%
Beneficio = 1.000€

ROE = (Beneficio / Capital propio) × 100

La rentabilidad sobre el capital propio (ROE, por sus siglas en inglés) la calcularemos con la siguiente fórmula:

ROE = (Beneficio/Capital propio) x 100 = (1.000€ / 10.000€) x 100 = 10%

Ahora, veamos qué ocurre cuando se introduce el apalancamiento financiero.

Caso práctico con apalancamiento positivo

Supongamos que el inversor decide solicitar un préstamo de 10.000€, de modo que ahora cuenta con un total de 20.000€ para invertir. La rentabilidad de la inversión sigue siendo del 10%, por lo que el beneficio total asciende a 2.000€.

Datos:

Capital propio = 10.000€
Préstamo = 10.000€
Capital total invertido = 20.000€
Rentabilidad total = 10%
Beneficio = 2.000€

El préstamo tiene un interés del 5%, lo que genera un coste de financiación de 500€. Este importe se deduce del beneficio total, lo que deja un beneficio neto de 1.500€

ROE = (1.500€ / 10.000€) x 100 = 15%

Gracias al apalancamiento financiero, la rentabilidad sobre el capital propio ha aumentado del 10 % al 15 %, permitiendo al inversor obtener mayores beneficios con el mismo capital inicial.

Riesgos del apalancamiento financiero

El efecto apalancamiento no siempre es positivo. Si la rentabilidad de la inversión es inferior al coste de la deuda, la rentabilidad del capital propio puede disminuir.

Caso práctico con apalancamiento negativo

Supongamos que el inversor repite la operación anterior, pero en esta ocasión la rentabilidad de la inversión cae al 3%, mientras que el interés del préstamo aumenta al 6,5%.

  • Capital propio: 10.000 €
  • Capital ajeno: 10.000 €
  • Capital total invertido: 20.000 €
  • Rentabilidad total: 3 %
  • Beneficio: 600 €
  • Coste del préstamo: 650 €
  • Beneficio neto: -50 € (pérdida)
Datos: 

Capital propio = 10.000€
Capital ajeno = 10.000€
Capital total invertido = 20.000€
Rentabilidad total = 3%
Beneficio = 600€
Coste del préstamo = 650€
Beneficio neto = -50€, pérdidas

ROE = (-50€ / 10.000€) x 100 = -0,5%

En este caso, el apalancamiento ha perjudicado al inversor, generando una pérdida en lugar de una ganancia.

¿Cómo pueden los inversores particulares aprovechar el apalancamiento?

El apalancamiento financiero no es exclusivo de grandes empresas o inversores institucionales. También puedes beneficiarte de este efecto a través de diferentes estrategias de inversión:

1. Inversión en derivados

Los derivados financieros permiten invertir con un capital reducido y un alto grado de apalancamiento. Sin embargo, conllevan un riesgo elevado, ya que las pérdidas pueden superar el capital inicial invertido. Los principales productos derivados son los contratos por diferencia (CFDs), futuros, opciones, warrants o trading de divisas (Forex).

2. Inversión en empresas apalancadas

Muchos fondos de inversión, como los hedge funds y los private equity funds, utilizan el apalancamiento para aumentar su rentabilidad. Invertir en estos fondos permite beneficiarse indirectamente del efecto apalancamiento.

3. Inversión en bienes raíces

El mercado inmobiliario es un ejemplo clásico de apalancamiento. Comprar una propiedad con financiación bancaria permite aumentar la rentabilidad sobre el capital invertido, siempre que los intereses del préstamo sean inferiores a la rentabilidad obtenida por el alquiler o la revalorización del inmueble.


El efecto apalancamiento es una herramienta poderosa para mejorar la rentabilidad de las inversiones, pero también puede aumentar el riesgo. Antes de aplicar esta estrategia, analiza el coste de la deuda y la rentabilidad esperada. Un uso inteligente del apalancamiento puede generar grandes beneficios, pero un mal cálculo puede traducirse en pérdidas significativas.

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